Alfa: primera letra del alfabeto griego.
La persona alfa “es aquella que tiende a desempeñar un papel dominante en las situaciones sociales o profesionales, o de quien se piensa que posee las cualidades y la seguridad para el liderazgo”. Oxford English Dictionary.
Características del síndrome alfa
Este síndrome se presenta por igual en hombres y mujeres, comúnmente es relacionado a los machos por cuanto históricamente los altos cargos en las organizaciones son ocupados por caballeros, sin embargo hoy día las damas avanzan rápidamente hacia esta cúspide, por tanto es más fácil en el presente estudiarlas como parte del universo en estudio: síndrome alfa.
Los cuatro tipos alfa:
El/ la comandante: es el /la jef@ de la jauría que puede ser perro de presa.
“Para este trabajo es necesario que alguien asuma el control y muestre el camino”.
Lideres intensos y carismáticos que marcan la pauta, movilizan a las tropas y empujan a la acción con fuerza de mando y motivación apasionada, sin hurgar necesariamente en los detalles.
El/la visionari@: es el/la soñador@, cuyos sueños pueden ser irrealizables.
“Veo una gran posibilidad a la espera de ser descubierta y aprovecharla”.
Son curiosos, expansivos, intuitivos, inclinados a la acción y futuristas. Ven posibilidades y oportunidades que otros desechan por impracticables o poco probables, e inspiran a los demás con su visión.
El/la estratega: el/la geni@ analítico que puede ser un sabelotodo obstinado.
“Es necesario analizar y resolver las posibles oportunidades y los posibles riesgos”.
Son pensadores metódicos, sistemáticos y generalmente brillantes que prefieren datos y hechos concretos. Tienen un criterio analítico excelente y un ojo agudo para los patrones y los problemas.
El/la ejecutor@: el o la incitador@ que puede hacer que sus colegas y empleados se quieran subir a las paredes.
“Para hacer esto necesitamos estructura y control”.
Son personas incansables que siempre están en acción y empujan sus planes hacia las metas.
Tienen ojo para los detalles, una disciplina férrea y agudeza para la supervisión. Superan todos los obstáculos y esperan que todo el mundo asuma la responsabilidad por sus compromisos.
La receta alfa:
Aprovechar las fortalezas únicas y esenciales, y dominar al mismo tiempo la otra cara destructiva de la moneda.
L@s alfas son un recurso natural valioso. Si logran comprender las sutilezas de cada tipo, pueden llegar a ser líderes inmensamente eficientes y modificar sus comportamientos, mejorar su desempeño y también el de sus colaboradores y organizaciones. También es muy importante que quienes trabajan con o para l@s alfas puedan aprender la manera de canalizar la inteligencia prodigiosa de es@s colegas alfa y florecer a su lado.
La historia alfa:
La historia de la humanidad es la historia de los alfas, esos puntales de los cuales no podemos prescindir porque se hacen cargo de las cosas, conquistan mundos nuevos y mueven cielo y tierra para lograr que se hagan las cosas.
Por el camino inspiran asombro y admiración, y a veces miedo y desasosiego. Donde quiera que estén y sin importar lo que hagan, sobresalen entre la multitud, y dejan por lo general una huella indeleble en las vistas de quienes entran en contacto con ellos.
Competencias:
Si usted dirige un equipo o una organización poblada por alfas, aprenderá a optimizar su enorme capacidad productiva y a mantener al mismo tiempo a raya su tendencia a convertir el trabajo en equipo en una guerra de guerrillas.
Objetivo:
Aprender a liderar alfas aprovechando el máximo sus dones de liderazgo y a la vez protegiendo su salud, su integridad y su carrera contra posibles abusos.
1. Anteponga los intereses superiores. Es crucial que todos los integrantes del equipo se comprometan a poner el bien del equipo por encima de sus intereses personales. 
La clave del éxito es practicar, practicar, practicar, como cualquier otra destreza, los músculos del ajuste deben utilizarse y fortalecerse o de lo contrario se debilitan.
